Y de pronto… Todo cambia.

No sé si te ha pasado como a mí, que vas por los caminos de tu existencia, cosechando algo que ni te enteras qué es, y de pronto viene la vida y te cambia los planes.

Esos planes que cuidadosamente has trazado y que quedaron aprisionados en cualquier parte y simplemente no los encuentras porque tus ojos ya no pueden verlos.

Y así sigue todo. Bajan los egos, la seguridad, las ganas de subir a la montaña más alta del mundo para ver desde ahí aquello por lo que tanto has luchado.

Subes a un montoncito de tierra y ves que todo lo que querías tener ha quedado bajo el agua.

Así me siento justo en este instante. Solo espero que esa agua retorne a su ruta normal y que todos los sueños y todas las metas vuelvan a alumbrar mi cielo cuando pase esta tormenta.