Tanto si te vas enterando de que escribo en un #blog personal/literario como si ya me seguías, te informo que Viviendo en Letras se ha mudado. Paulatinamente iré subiendo mis antiguos #cuentos, #artículos y #poemas. Mientras tanto, te dejo esta breve entrada https://viviendoenletrasdv.wordpress.com/2023/09/03/viviendo-en-letras-por-que-ese-nombre/.
Si te gusta, te agradecería que me regalaras una ⭐ para que esté blog comience a crecer y a rankearse en la web, y me dejas todas las preguntas que quieras hacerme y con gusto las responderé en otros posts.
Besitos y bendiciones 😇
Autor: Dany Vera
Directora de la Revista Cultural CAVEL
¡Nos mudamos!
Queridísimos amigos:
Comparto con ustedes esta gran noticia: ¡nos mudamos! A partir de este mismo momento, Viviendo en Letras se va a un nuevo dominio temporal mientras termino las gestiones del dominio definitivo y unas cuantas sorpresas.
Los invito encarecidamente a que me sigan en: www.viviendoenletrasdv.wordpress.com
Las frutas del Edén (reto de escritura).
¿Cuáles son las 5 frutas que más te gustan?
El Creador dejó cinco frutas perfectas y jugosas en el árbol central del Edén, el que regalaba más sombra a los primeros moradores de la Tierra.
Llamó a Adán con su poderosa voz desde el cielo y le dijo:
— ¿Dónde está Eva, tu mujer, a quien no he visto en toda la semana?
— Ha estado cuidando las crías de ovejas que nos has dejado —respondió Adán, con la cabeza abajo para no mirar al Señor, su Dios.
— Que venga inmediatamente — dijo Dios, y regresó al cielo en tanto llegaba la mujer.
Al llegar Eva y Adán, volvió Dios con ellos y les explicó que dejaría 5 frutas magníficas en el árbol del Bien y el Mal, el árbol de la sabiduría, el regalo más precioso para ellos. Les explicó que cada fruta tenía un significado:
La naranja, dulce de día y amarga de noche, sería sustento para tener vigor suficiente para las labores diarias; con solo comer una bastaría para ser fuerte y sano todo el día.
La banana, fruta de sutil dulzor, alimentaría a bestias y humanos, dándoles los nutrientes necesarios cuando tuvieran largas faenas.
La pera crujiente, les alegraría el corazón mientras estuvieran alabando a Dios.
La uva, bendita entre las frutas, debía ser la más protegida, ya que de ella nacerían milagros miles de años más tarde.
La manzana de cubierta verde, podría ser comida como alimento para aclarar ideas. Pero la manzana roja, la fruta que alimentaba aquel árbol, debía tomarse como cosa sagrada. A Dios pertenecía y estaba prohibido para los humanos convertirla en comida.
Quien te escribe este relato, se regocija con la saludable banana. Tú, ¿con cuál te quedas?
Mientras tanto, Eva, que bien sabida es su preferencia, ¿seguirá en el destierro buscando preciosas manzanas o habrá cambiado sus gustos por las milagrosas uvas?
La casa de las moscas
Se difuminan las personas, los colores se entremezclan, las voces se van haciendo lejanas… Una idea fija, un objetivo concentra el alma de aquella para quien el mundo ha dejado de ser un lugar concreto.
Poco a poco, las figuras vistas desde la miopía mental se van tornando en solo sombras opacas, cada vez más negras, las voces se pierden en un zumbido que aturde, los olores se confunden y las malditas moscas revolotean por doquier.
No hay nada alrededor. Todo se ha mezclado en un campo intemporal y solo quedan ganas de llorar, pero no hay lágrimas, no fluyen, solo más vacíos…
Entre el universo, aquel piso de rombos, los azulejos celestes, la capilla cerrada y las rejas del recinto, no hay nada… Nada que se traduzca a palabras.
Huele a cigarro. Aquí no se puede fumar, pero no hay reglas en la casa de las moscas. Puedes ver al joven lanzarse contra la pared, a la «loca» comiendo sus propios mocos mientras que su hijo crece en su vientre dopado de sedantes, a otra cantar alabanzas que en la Biblia no aaprecen (porque nunca falta un fanático religioso), o a la madre con la mirada en un agujero negro mientras su niña, de bello vestido rojo, salta feliz entre los locos sin darse cuenta de que es un pequeño ángel en medio del infierno.
Cada cabeza crea una realidad distópica y ella solo admira la suya, se aferra a la suya como tabla de salvación y muerte. Porque no hay palabra que le suprima aquellas palabras que se repiten como disco rayado en su cabeza.
Saber que nadie entiende, que todos arman rompecabezas con sus sentimientos y comparan sus vivencias con las suyas, la ahogan… Quizás lo suyo sea una gota en el océano de la vida, pero es una gota real, válida, respetable. Disminuir una emoción la acrecienta, la lleva al límite y a la mala respuesta, al silencio perpetuo, al sentimiento de que no hay ríos nuevos que conocer.
Se despersonalizan los logros, al ser humano, y nada tiene sentido, nada tiene asidero. ¿Buscar un nuevo rumbo es posible cuando estás perdido en el bosque tratando de sobrevivir a las fieras? Bien lo han dicho: sobrevivir ante el bravío oso es cosa de hacerse el muerto, por el tiempo que sea necesario, quizás hasta creerlo profundamente y morir…
Rompe el hechizo una voz como la de una niña grande y absurdamente delgada que lanza agua al recinto, con un delicado «lluvia de agua»…
Vuelven los colores y las formas, el bullicio y las pláticas insulsas. Respirar y dejar que todo pase… al menos faltan minutos para ser liberada.
Su mirada…
He visto nacer el sol en el alba
He visto la sonrisa más pura de un niño
He probado el sabor de las nubes de ese cielo
De su mirada
Me he perdido mil veces
En el misterio más glorioso
De aquellos ojos infinitos
En su oscuridad perfecta
Profunda e indescriptible
Como cola de pavo real
Como serpiente enardecida
Su fuego me consume
Y de las cenizas me hace renacer
Más fuerte, más esperanzada
Es la luz mágica de su mirada
De esos ojos que tanto adoro
En los que caigo rendida
Día y noche sin decoro
Tanto poder en mí ejerce
Que títere soy de sus palabras
Del gozo de este amor que no hiere
De aquel que, aún inocente,
Desconoce lo que mi pecho clama
Big fish & Begonia – Reseña honesta y por qué te la recomiendo.
De nuevo, la madrugada me atrapó entre trabajo e insomnio. Buscando aprovechar el tiempo en algo relajante, fui a Youtube para ver una vez más una de las pocas películas animadas orientales que me han llamado la atención, como lo es El Viaje de Chihiro. Para mi mayor sorpresa, encontré una joya china llamada Big Fish and Begonia y ya les cuento un poco de qué va.
Big Fish and Begonia (Du Yu Hai Tang, en su idoma original) es una película del género anime del año 2016, escrita y dirigida por Liang Xuan y Zhang Chun, que cuenta con un 91% de aceptación según Rotten Tomatoes.
Su reseña oficial para Rotten Tomatoes nos indica que «una chica de 16 años se embarca en una aventura fantástica y peligrosa tras transformarse en delfín. Cuando un chico se sacrifica para salvarla, ella usa la magia para devolverlo a la vida, solo para descubrir que este poder tiene un precio muy alto.»
Vida, muerte, magia, amor y sacrificio son algunas de las palabras con las que definiría esta hermosa pieza. Una animación envolvente, personajes bien desarrollados y una preciosa historia te dejarán pegado a la pantalla durante una hora y cuarenta y cinco minutos. Spoiler: sí, debes verla hasta el último minuto porque la escena postcréditos vale oro.
Vida y muerte. Cuando la joven Chun cumple sus 16 años, debe cumplir con un ritual familiar que la lleva en forma de delfín rojo al mundo de los humanos. Ahí conoce a un chico por el que se siente atraída de inmediato. Luego de un incidente, Chun queda atrapada en unas redes y el chico muere intentando salvarla, por lo que ella se encuentra cara a cara con una irreparable pérdida. Es a partir de entonces cuando la esencia mística de la muerte va apareciendo en su vida. Lo que más me cautiva de esta relación vida-muerte es el aire de esperanza tan poético y hermoso, mostrando el fin como el inicio de un nuevo camino.
Magia. Sabemos que la cultura oriental está tan ligada a la magia que no puede apartarse de ella. De hecho, siento que todo lo que he visto en ellos está cubierto por un misticismo incansable, llenando cada pequeño detalle de una suerte de ritual que conecta el alma con el mundo material. Por supuesto, esta película está llena de magia muy visible, y mucha simbología que vale la pena analizar.
Amor. Fue muy placentero observar en un solo film tantas manifestaciones del amor: el de la familia, el de los amigos, el romántico, el no correspondido, el trascendental, el ególatra… Y seguramente cuando veas tú mismo a Big Fish vas a encontrar alguna otra variante. En líneas generales, es este sentimiento en todas sus vertientes lo que lleva a cada uno de sus personajes a actuar, tanto así que podemos justificarlos o, por lo menos, a ponernos en su lugar más de una vez.
Sacrificio. «No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos.» (S. Juan 15,13). El sacrificio es uno de los elementos que también podemos ver en varias escenas de esta película. Motivado en el amor más profundo, el sentido de darlo todo toma tonalidades claroscuras, cuando se pretende dar hasta la vida para evitar el sufrimiento a la persona amada, sea esta tu familia o de tu grupo de amistades. Pero… todo tiene un costo que sí o sí hay que pagar.
Si todo esto aún no te convence, te dejo mi sentimiento final: Big Fish and Begonia me permitió conectar de una forma sublime con todos los elementos que te mencioné anteriormente, guardando para mi madrugada una sensación esperanzadora y única.
Ya para terminar, haz clic en este enlace para que disfrutes de esta hermosa y mágica película. Luego, te invito a que me dejes un comentario para saber lo que opinas.
Gracias por acompañarme hasta aquí. Nos leemos en otra ocasión.
La niña triste
Acostada en el suelo
La niña respira
Sus labios livianos se dejan agitar por una exhalación
Sus venas forman ríos tintos
Y, en ellos, miles de barquitos de papel flotan con ganas de naufragar
Porque hay tristeza en ellos, en esa sangre llena de hilos de convulsión
Salen río y barcos, acarician el suelo
La niña mira el cielo horizontal
Se deslumbra por las estrellas y estas entran a sus ojos opacos
Le regalan una pizca de felicidad
A ese corazón mohoso
Que muy pronto será estatua de sal
El corazón no late
«No hay pulso», dijo el paramédico.
Uno, dos, tres… Uno dos tres… Uno dos… «Déjala, su corazón no late.»
«Quién sabe cuánto tiempo llevaba tendida aquí, con el corazón perdiendo suspiros.»
Ella se levantó, se limpió el vestido de flores rojas y anaranjadas. Dio gracias a los paramédicos y simplemente siguió su camino. Acostumbrándose a llevar en su pecho un corazón inerte, siempre tranquilo, eternamente tranquilo.
PODEROSO
Ni la montaña más alta ni la estrella más brillante tienen el poder de alzar su esencia por encima de la tuya.
Eres rey en medio de los bufones, león en medio de las bestias, dios en medio de los mortales.
Eres hijo de gran estirpe. Al levantar tu mano sobre los montes, la brisa calla.
Todo está dispuesto sobre tu mesa: los manjares más exquisitos y los cubiertos de oro y plata porque eres poderoso.
Poderoso, aún cuando te escurras en tus rincones bañado de llanto amargo y desilusiones pasajeras; aunque sientas el peso de las palabras agujereando tu corazón, aunque tus amores te abandonen, tus responsabilidades te agobien y tu vida se torne obscura.
Eres poderoso y debes creerlo. Sobre tus sienes, el olivo. Ofende el tiempo en no rendirse a ti porque tu poder, único e indivisible, te pertenecerá de hoy hasta la eternidad.
Dibújame
Dibújame con una sonrisa
Y el cabello al viento
Con olor a pasto
Y a flor del campo
Dibújame con esa alegría inigualable
Que solía dibujarme a mí misma
Cuando de niña cruzaba los pequeños mundos imaginarios
Dibújame con quienes están
Y con todos los que se fueron
Con tu lápiz irreal, dibújalos a todos ellos
Que quepan en tu atariado lienzo lleno de años y locura
Dibújame. ¡Te lo suplico!
Dibuja una sonrisa en mi boca
Y una paloma en mi pecho
Dibuja esa felicidad que he dejado muchos kilómetros atrás
LUCES
Hay millones de luces en el cielo y ninguna alumbra tanto como el brillo de sus ojos cuando sonríe. Pocas veces lo hace y tal vez eso lo hace tan especial.
Es una niña, es una flor, es la criatura más radiante de la creación, pero ella no lo sabe.
Entre luces se mueve, aunque ella solo puede ver sombras bajo sus pies. Su eterna locura amenaza y opaca sus días.
Hay millones de luces en el cielo y ninguna alumbra tanto como el brillo de sus ojos cuando sonríe.
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